Libido de la noche dosis indigo k registra las carnes, k deja al humor proclive a intimar con el vacio,esa espalda en k los dedos elucubran como timidos. El calor exhalado de los pisos y el frio en los pechos, perturban la bruma, las heridas. Retocada de sombra, la calle, humeda, tirita como las hojas o una señora desolada en un balcon, como el ayer al clarear el alba.
Con la inesperanza de creer en algo mejor, me interno en mi propio paraíso mortificado de dudas y ocasos grises. A veces hay estelas boreales que me sacan de esta rutina absurda y me devuelven a la vida. No tengo más para ofrecer que mis letras y la costumbre de impulsar la rueda de la poesía.
2 comentarios:
Libido de la noche
dosis indigo k registra las carnes, k deja al humor proclive a intimar con el vacio,esa espalda en k los dedos elucubran como timidos. El calor exhalado de los pisos y el frio en los pechos, perturban la bruma, las heridas. Retocada de sombra, la calle, humeda, tirita como las hojas o una señora desolada en un balcon, como el ayer al clarear el alba.
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