Su vida era como un capullo
una estrella más en el cielo
esperando caer algún día.
Yo no esperaba más
que sus lágrimas sobre el mantel
y la ternura con la cual
me ennumeraba los errores,
pero verla así
tan ajena, tan extraña en sí misma
me reflejó que en realidad
vivimos ofreciendo el alma
por miedo a esconderla demasiado.
2 comentarios:
Que verso tan tristeeee y largooo, no en letras sino en sentido...
Bello, un abrazo Colega!!!
Wau, es triste, pero aun asi hermoso. NO se que mas decir, perdon jeje
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